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La Caja de Música de Monsieur Periné: Universalizando el ‘suin a la colombiana’

Publicado: 2015-11-02

Si hace tres años atrás cuando vio la luz Hecho a mano (2012), alguien hubiera proyectado la carrera musical de ‘El Mesié’, jamás hubiera imaginado, que tras arduo esfuerzo por posicionarse en la cartelera musical colombiana con su sonido ecléctico y sofisticado pero a la vez digerible, para su segundo álbum de estudio, la banda apostaría por dejar de lado el swing francés/colombiano y el sonido pop, para ir tras la conquista de Latinoamerica entera.

Esa capacidad de asumir los riesgos del cambio, proviene al margen de la propia suficiencia musical de la banda, de la exploración que vivió el grupo a partir de su internacionalización. Pasaron de tocar en bodas, eventos corporativos, fiestas universitarias y cuanta sandunga hubiera, a recorrer ciudades, países y darse una vuelta incluso, por el viejo continente.

Allí se hizo inevitable andar nuevos caminos, oír nuevas opciones y retomar algunas ideas antiguas para conjugarlas con el nuevo sonido; allí el ‘suin a la colombiana’, dejo de ser únicamente de ‘El Mesié’ para jugar a ser del mundo.

Monsieur Periné lo integran el trío conformado por la hermosa caleña Catalina García en la voz, el multiinstrumentista Santiago Prieto en las Cuerdas y el sensitivo Nicolás Junca en la guitarra. Acompañan a los tres: Miguel Guerra en la percusión, Adinda Meertins en el contrabajo y Alejandro Giuliani en la batería, en un ensamble poderoso, capaz de mezclar cuanto género musical se cruce en el camino y aún así, salir airosos de cada interpretación.

El peculiar nombre de la banda se lo deben a extensas tertulias entre sus músicos, en donde jugando con la sonoridad de las palabras y burlándose de la aparente sofisticación del francés como idioma, un día chocaron con la palabra Periné, dentro de un libro de biología, añadiéndole Catalina el vocativo de Monsieur, para bautizar así al proyecto musical elegante y divertido que emprenderían y que los llevaría a alcanzar en Colombia, disco de oro a las ventas por su primer álbum de estudio.

Hecho a mano (2012), logró lo que ningún artista colombiano ni extranjero había podido lograr en el país cafetero, que fue introducir dos temas absolutamente en francés entre los charts de música locales, Ton Silence primero y Cou Cou después. Con ello, ‘El Mesié’ consiguió que el público interiorizara su música a partir de la sonoridad; había logrado trascender más allá de las palabras, apelando única y exclusivamente al instinto, al oído.

El álbum debut está conformado por melodías dulces, en base jazz manouche, con letras muy pop, como La tienda de sombreros y Suin Romanticón y en tempo más lento como La playa; también alegres como Nada puro hay y La Muerte, con evidente presencia de ritmos latinos a partir de la inclusión de la percusión y la batería como elementos determinantes y dos temas como Be Bop y Swing with me en donde el grupo cimenta lo que finalmente sería la base musical de su propuesta artística.

Tres años después de ese primer approach musical, un Monsieur Periné con un par de continentes a cuestas, decide dejar atrás el pop y ampliar el universo del jazz manouche, implementando en Caja de Música, un festín de sonidos latinoamericanos; dejando de lado el status quo conseguido con Hecho a mano, que pudo perfectamente ser utilizado como fórmula musical ganadora, para ser repetido y consolidado en un siguiente trabajo.

Este riesgo, necesitaba un productor musical a la altura de las circunstancias; entonces lo colombianos apostaron por Eduardo Cabra. El Visitante de la Calle 13, es el productor del disco: músico multriinstrumentista y galardonado compositor puertorriqueño, con amplio conocimiento de la música latinoamericana y con una visión propia del mainstream latino y mundial. Cabra es ése alguien que estando, dentro encontró el agujero en el sistema por donde aprendió a filtrar la sustancia o música con mensaje que le dicen, música que brota del alma.

Cómo habrá sido de acertada la elección de los Periné con Visitante, que para septiembre de este año, la Academia Latina de la Grabación, ya había nominado a  Caja de Música como Mejor Álbum del año en una terna que incluye a monstruos de la música latina como Rubén Blades, Miguel Bosé, Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz.

Al hacer girar la manivela de esta Caja de Música, los Periné parecen haber encajado cronológicamente el orden de los temas musicales para dibujar la evolución del sonido; así Nuestra canción, tema inicial del álbum y primer single del nuevo corte musical de la banda, nos remonta a Hecho a mano, tanto en melodía como en temática.

El amor sigue siendo el motor, incluso en la despedida, en un tema compuesto por la 'Madame Periné' e interpretado por la dupla García: Catalina y Vicente. El dominicano Vicente García, colaborador entusiasta de ‘El Mesié’ e inspiración de la 'Madame' (Catalina y Vicente son pareja) aporta la influencia pop en este swing latino en donde el beat de la batería como compás perfecto se quiebra con el riff melódico de la guitarra, en un ejercicio que va liberando de a pocos a una Catalina exultante por el amor recién descubierto, ese amor que se va, pero que no termina.

Vicente, involucrado también en la letra y los arreglos del tema, es el complemento perfecto en los coros, en una química notoria, que casi al final del tema presenta un intento de descarga salsera, que concluye con un solo de guitarra y como siempre la presencia de los metales dándole el aire Periné que todos aman.

Aquí, justo cuando creíamos que nos volvíamos a encontrar con más de la música de Hecho a mano, aparece No hace falta, como el punto de quiebre entre disco y disco. El single lanzado tras las nominaciones de la banda al Latin Grammy, es una balada poco convencional como todo lo que fabrica el grupo; interpretada por Catalina y Santiago, es una canción cuya letra habla de una filosofía de vida, que guarda estrecha relación con la evolución musical de ‘El Mesié’.

Para nacer solo basta un empujón,
la vida viene y no depende de un millón.
 Para aprender a pararse hay que intentar lanzarse al suelo
y volverse a levantar.
 Y caminando no serás el más veloz,
pero el paisaje suele ser mucho mejor.
 El mundo entero rodará bajo tus pies,
de ti depende lo que quieras recorrer.

El tema es la primera cucharada de esta nueva fórmula cocinada por Cabra y los Periné; una base reggae claramente marcada por la batería, que se fusiona de manera natural con la percusión y el sonido brasilero y que mantiene cómo no, el elemento swing en la guitarra, para darle paso a un coro en el que la profundidad del mensaje es bastante más contundente envuelto en el sonido de música de cámara grabada por las cuerdas de la Orquesta Sinfónica de San Juan de Puerto Rico.

No hace falta darle tiempo al tiempo
para entregarse al momento,
no hace falta fin o condición.

Ya habíamos dicho que para Caja de Música se retomaron ideas antiguas, otorgándoles un giro nuevo; Tu m’as promis es una muestra de ello. El francés como sello estético del grupo es llevado a su extremo más rítmico en un ejercicio de sonoridad en el que se combina la soca y la samba, en este virar hacia referentes musicales regionales como Brasil y el universo de los sonidos afroamericanos.

Hacia el final de la canción un arreglo de cuerdas que se yuxtapone al tema inicial, llevándolo a la dimensión de lo desconocido, en una especie de elegía desatada ante tanta euforia.

Déjame vivir, interpretada íntegramente por Santiago, es otro de los referentes del disco. Si No hace falta es una 'balada a lo Periné', Déjame vivir es una 'bachata a lo Periné', con lo divertido y desafiante que esto supone para el oyente. Una canción de despecho, que podría fácilmente confundirse con un bolero con el punteo en guitarra eléctrica, pero que a partir de la presencia de la güira y el bongó, terminan sonando a República Dominicana más que a Cuba. Oyéndose desde una u otra perspectiva, el tema se encuentra altamente influenciado por el sonido de las Antillas Mayores.

Dices que ya no, que no, que ya no quieres verme,
 después que con tus besos me has robado la tranquilidad.
 Rosas te llevé pensando así que volvería a verte
y mis requiebros fueron para ti como cualquier verdad.
 Al verte así partir, mi corazón azul se fue enfriando Y
y queriéndote amar como se debe, ya no pude más.

Turquesa Menina asemeja una melodía extraída de una verdadera Caja de Música; compuesta por Nicolás, es el primer tema de su autoría y obedece a un momento feliz en la vida del guitarrista. Como todo en ‘El Mesié’ carece de una definición propia, pues parece un vals, pero conserva el elemento Periné del swing a lo largo del tema. El compás y la voz de Catalina, hacen de la dulce experiencia amatoria de Nicolás uno de los momentos más personales del disco.

¿En qué momento caí yo? En esta costa sin fin,
 tú como un faro vislumbra un presagio,
como una flor alientas mi fervor.

Turquesa menina, turquesa divina,
con rizos que encantan y enredan mi alma
Turquesa menina, turquesa de amor
que lindo es cantar para ti.

Finalmente Mi Libertad, el último tema del álbum, es más que una simple canción, es un manifiesto sobre el rol de la mujer en la música, en las artes, en la vida. Catalina se desprende de sí misma, para verse desde fuera como género, como instrumento, como causa y fin, en una declaración desafiante y liberadora, con la fuerza de la cordillera que atraviesa la tierra que la vio nacer.

Hoy me levanté en otro lugar
 siento ansiedad, la necesidad de contar quién soy,
 para no morir, para no olvidar
que la vida es un pequeño soplo de libertad.
 Hoy seré canción, volaré detrás
de las coplas del trovador del campo y de la ciudad,
 para no morir, para no olvidar,
que dolor existe y con amor lo voy a curar.

Mi libertad es el corte más folklórico de Caja de Música, recogiendo sonidos indígenas y africanos de esta gran América Latina por la que ‘El Mesié’ ha recorrido mares, cordilleras y selvas, llevando su canto libre, al igual que su espíritu. La base de la guitarra acústica, en compañía de la batería  que suena a una especie de batucada en las estrofas, van transportándonos hacia el coro en donde la 'Madame' explota de la mano de la lírica de la canción, junto al curioso sonido del didgeridoo y el ronroco creando la atmósfera perfecta que alcanza el grado de himno musical con la participación de las cuerdas, en un ensamble finamente articulado.

Yo soy una aventurera,
una madrugada en soledad,
soy una guitarra abrazando el viento,
una cordillera cerca del mar.
Por mis venas corre fuego,
mis ojos brillan en la oscuridad
y mi voz hambrienta no tiene miedo,
de cantar por siempre mi libertad.

En Caja de Música, además de Vicente García, colaboran el colombiano Esteman en la letra de Marinero Wawani y los mexicanos Joselo Rangel y Rubén Albarrán de Café Tacvba, en la creación e interpretación del tema Cempasúchil, una ofrenda de los Periné al país que han denominado su segundo hogar, México.

Y mientras Monsieur Periné cosecha los resultados de una siembra bastante variopinta y eminentemente Latinoamericana, nosotros aguardamos que el ‘suin a la colombiana’ se vuelva cada día más universal, para seguir consumiendo el producto que nos ofrece ‘El Mesié’, para continuar nutriéndonos de nuestras raíces.


Escrito por

Kreuza del Campo Gaete

Nadadora amateur en un mar de letras y surfer de olas musicales. En twitter y en instagram @kreuzapop


Publicado en

Música Mía

A través de mi visión de la música, te invito a emprender un viaje juntos por este maravilloso mundo.